Cómo almacenar albahaca para obtener el sabor más fresco

¿Te encanta el sabor fresco y aromático de la albahaca en tus comidas, pero no sabes cómo almacenarla adecuadamente para mantener su frescura? No te preocupes, en este artículo te daremos algunos consejos infalibles para que puedas disfrutar de todo el sabor y aroma de la albahaca durante mucho más tiempo. Descubre cómo almacenar albahaca para obtener el sabor más fresco y sorprende a tus comensales con tus platos deliciosos y llenos de vida.

Basilio es uno de los hierbas más versátiles, y es fácil de cultivar. El gran problema es que la albahaca fresca no dura mucho y no está disponible durante todo el año en muchos lugares. Para evitar esto, existen varios métodos que puede utilizar para conservar la albahaca.

Tabla de contenido

hacer cubitos de hielo de albahaca

Una de las características de la albahaca es que no resiste largos tiempos de cocción al igual que otras hierbas como tomillo y orégano. Como resultado, querrá incorporarlo más cerca del final del tiempo de cocción. Una de las mejores maneras de almacenarlo para facilitar su adición a un plato es hacer cubos de albahaca. A medida que su plato se acerca al final de su tiempo de cocción, simplemente puede sacar un cubo de albahaca y echarlo sin tener que descongelarlo primero.

Haga cubos de albahaca picando finamente las hojas a mano o en un procesador de alimentos. Agregue suficiente aceite de oliva o agua para cubrir las hojas hasta obtener una pasta. Pruebe con una proporción de una parte de aceite o agua por cuatro partes de albahaca. Coloque la pasta en una bandeja de cubitos de hielo y congélela completamente antes de transferirla a bolsas para congelar.

Blanquear y congelar

Las enzimas que causan la descomposición de la vegetación se encuentran en las hojas de albahaca y harán que se descompongan incluso en el congelador. El blanqueamiento ayuda a deshacerse de ellos y al mismo tiempo asegura que la hierba mantenga su color verde brillante.

Blanquee la albahaca sumergiendo las hojas en agua hirviendo hasta que se marchiten y luego colocándolas en agua helada inmediatamente. El resultado es que las hojas se enfrían rápidamente sin que se pierda demasiado sabor por el calor. Seque las hojas y colóquelas en bolsas para congelar y luego en el congelador. Trate de mantener las hojas planas para que sea más fácil quitar lo que necesita.

Usa el método de la flor cortada

Puede almacenar la albahaca en un recipiente con agua en su refrigerador, al igual que las flores cortadas en un jarrón. Simplemente corte los extremos muertos de los tallos, ya que estos no pueden absorber agua, luego coloque el racimo en posición vertical en un frasco de vidrio o un recipiente similar. Cubra las hojas y la boca del recipiente con una bolsa de plástico y colóquelo en su refrigerador. Este método puede mantener la albahaca verde y fresca durante una semana o más.

Enróllalo en toallas de papel

Puede usar toallas de papel para mantener la albahaca fresca mientras ahorra espacio en su refrigerador. Lava las hojas de albahaca en un colador o en un centrifugador de ensalada. Coloque las hojas sobre toallas de papel húmedas y enróllelas. Coloque los rollos en una bolsa con cierre hermético. Luego puede guardar su albahaca en su refrigerador, como las espinacas u otras verduras para ensalada.

Seca la hierba

Secar la albahaca resuelve el problema de la corta vida útil de la hierba y la incapacidad de mantener su sabor cuando se cocina durante períodos prolongados. Si bien la albahaca seca no tiene el brillo ni la intensidad de la hierba fresca, sigue siendo eficaz para muchas aplicaciones. Tenga en cuenta que debido a que las hojas contienen mucha agua, es importante secarlas rápidamente para evitar que se forme moho.

Hay tres formas efectivas de secar las hojas de albahaca:

  • El método más fácil es simplemente secarlos al aire. Ata los tallos para formar un manojo y colócalo en una bolsa de papel. Corte agujeros en la bolsa con un cuchillo para ventilación y cuélguela en un cuarto oscuro.
  • La siguiente forma es usar un deshidratador de alimentos. Configure su deshidratador en la configuración que el fabricante ha indicado para las hierbas. Esto será típicamente alrededor de 90 grados. Seca la albahaca hasta que las hojas estén quebradizas. Tanto las hojas como los tallos deben romperse sin doblarse.
  • El tercer método es usar un microondas. Coloque las hojas sobre toallas de papel y cocine en el microondas en incrementos de 60 segundos. Revisa cada sesenta segundos para quitar las hojas secas y evitar que se quemen.

Cualquiera de estos métodos para secar la albahaca mantendrá la hierba lista durante los próximos meses.

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