¿Es mejor el té verde frío o caliente?

¿Prefieres disfrutar del té verde frío y refrescante en los días calurosos de verano o optas por una taza humeante y reconfortante en las frías noches de invierno? El debate sobre si es mejor consumir el té verde frío o caliente ha estado presente durante mucho tiempo. En este artículo, exploraremos los beneficios y las diferencias entre ambas opciones, para que puedas tomar la mejor decisión según tus preferencias y necesidades. ¡Prepárate para descubrir cuál es tu forma ideal de disfrutar esta deliciosa bebida!

Tenemos evidencia del uso de hojas de té verde desde el año 618 d.C. Es un tipo de té que se originó en China como hierba medicinal. Hoy en día, es un tipo de té que no ha pasado por el mismo proceso que los tés más oscuros como el Oolong o el Té Negro. Hay varias variedades diferentes de té verde, según las condiciones de cultivo o el momento de la cosecha. Dependiendo de la calidad de su té, es posible que deba remojarse por más o menos tiempo para obtener los mejores resultados. Idealmente, el té verde que se ha dejado reposar entre 2 y 5 minutos aumenta los polifenoles y los antioxidantes.

La cantidad de tiempo que se deja reposar el té determina qué tan fuerte será, y dejarlo demasiado tiempo puede hacer que tenga un sabor amargo. Sin embargo, siempre que el té haya reposado lo suficiente, no importa si lo bebe caliente o frío.

¿Es mejor el té verde frío o caliente?

Beneficios para la salud del té verde

Ha habido muchas afirmaciones a lo largo de los años sobre los beneficios para la salud de beber té verde con regularidad, pero el hecho es que simplemente no se han realizado suficientes estudios para demostrarlo.

Si bien puede mejorar temporalmente el estado de alerta y la claridad mental debido a su contenido de cafeína, hay muy poca evidencia de que ayude con la pérdida de peso, la presión arterial o las enfermedades cardiovasculares. Si bien parece reducir el azúcar en la sangre en ayunas, los estudios muestran que los resultados para la hemoglobina y la insulina fueron inconsistentes.

Beber cualquier tipo de té cuando está enfermo puede ayudar a despejar las fosas nasales, aliviar el dolor de garganta y ayudar a aliviar la tos. Agregar un poco de miel a una taza caliente de té verde es la forma ideal de consumirlo si no se siente bien.

El té verde no tiene calorías y tiene un sabor lo suficientemente dulce si se prepara correctamente, por lo que es una bebida agradable por sí sola. Sin duda, es una alternativa más saludable al té dulce, los refrescos u otras bebidas azucaradas.

¿Es mejor el té verde frío o caliente?

Efectos adversos del té verde

Se ha demostrado que el consumo excesivo de té verde aumenta el riesgo de insuficiencia hepática y hepatotoxicidad. Si bien las cantidades bajas a moderadas de extracto de té verde se consideran seguras, se debe evitar cualquier cantidad superior a 300 mg. Cuando se prepara con demasiada fuerza, el té verde puede causar calambres estomacales, dolores de cabeza y problemas para dormir.

Conclusión

Como cualquier otra cosa, la moderación es la clave cuando se trata de té verde. No es una bebida milagrosa que deba consumirse 10 veces al día. Un vaso al día debería estar bien a menos que tenga una reacción adversa rara. Una preparación adecuada es la clave para sacarle el máximo partido a este té, y una vez que lo hayas hecho no importa cómo lo bebas.

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